La pandemia expone al fútbol argentino El Coronavirus provocó el lógico aislamiento social, decretado por el Poder Ejecutivo en Argentina, y el fútbol no quedó aislado de las graves consecuencias económicas. La realidad financiera de los clubes quedó expuesta, con diferentes matices, a la hora de afrontar los pagos de haberes

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El fútbol paralizado y los problemas financieros que sacuden a los clubes. FOTO: DiarioPanorama

Buenos Aires.- La pandemia que azota mundialmente, también provocó un parate en el fútbol local, y las entidades deportivas deben abonar los salarios. Allí surgieron claras diferencias y posturas de dirigentes y jugadores. A continuación, un breve repaso en la manera de afrontar la delicada situación.

Jorge Amor Ameal, presidente de Boca Juniors, pateó el tablero, y ya comunicó que, durante 90 días, los empleados del club cobrarán con normalidad. Suena lógico desde el poder económico que puede tener desde los diferentes ingresos, pero queda a contramano de sus pares. No es culpable, si otros clubes firmaron contratos impagables, o tienen una mayor infraestructura con más empleados.

River Plate e Independiente ya hicieron gestiones ante CONMEBOL, para cobrar, en forma anticipada, un adelanto importante por su participación copera. Los dirigentes no han sido tan contundentes al respecto del cumplimiento del pago de sueldos, pero han surgido versiones. El plantel millonario puede aceptar una refinanciación (cobrar el 70 % y diferir el cobro restante -de ninguna manera, resignar dicha cifra-).

El Rojo de Avellaneda tiene acordado, entre la directiva y el plantel, una rebaja en los salarios más altos, para tratar de ayudar al cobro de haberes de contratos más bajos y el resto de los empleados. Todo en medio de una crisis económica anterior al Covid-19.

A sólo 100 metros, Racing Club, en la voz de Víctor Blanco, brindó un panorama más alentador. “Racing no tendrá inconvenientes en pagar los sueldos en los próximos 60 días”, señaló el presidente académico. “Los jugadores decidimos cooperar con el club, y tuvimos un gesto noble”, explicó el chileno Marcelo Díaz. Por lo bajo, trascendió una quita en el orden del 30 % de los salarios del plantel.

Lo cierto es que las empresas que televisan la Superliga ya han confirmado los pagos del mes de marzo, y a la brevedad, todos los clubes dispondrán del dinero. Aquí emerge otra realidad, sin tapujos. El pago citado representa, para el Xeneize, apenas el 4 % de su presupuesto. La otra cara de la moneda es Defensa y Justicia, con una significación del 75 %.

En nuestro país, hay jugadores con una paga mínima de 100 mil dólares mensuales -algunos con dólar libre, y otros, con tope-, y otros, con el sueldo básico que estipula el gremio conducido por Sergio Marchi (menos de 1000 dólares). Desde esta columna, no se emite opinión al respecto, pero se visibiliza la situación.

Ni el mandamás de la AFA ni el presidente de la futura Liga ProfesionalClaudio Tapia y Marcelo Tinelli-, se han pronunciado con nitidez para hallar una solución. En el medio de la tirantez por los derechos de los jugadores, han alzado la voz algunos famosos representantes de jugadores, intentando proteger el bolsillo de sus representados.

La cuarentena llegó para quedarse, y parece lejana la chance de que vuelva la actividad. Si se procede a flexibilizar los entrenamientos parciales de jugadores en cada club, y sucede una desgracia (a rezar fuertemente para que no suceda), nadie se hará cargo, y tampoco tendrá reparo la medida, sólo entendible desde las presiones, en forma conjunta, de las señales televisivas y dirigentes asfixiados.

La recesión golpea a mucha gente que rodea al fútbol, desde docentes -River, Ferro o Los Andes, por ejemplo-, a empleados de UTEDYC o simple vendedores ambulantes. Como dijo el presidente Alberto Fernández, no es momento de elegir entre la salud y la economía. Lo financiero siempre ofrece una vuelta de tuerca, la vida no.

Por Carlos Alvarez | En Twitter:@LitoAlvarez1968

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