Londres, Inglaterra.- Manchester City esperaba por su rival en la final de la Carabao Cup. Tanto Arsenal como Chelsea afrontaron el partido de vuelta de la semifinal con lo mejor que tenían y dieron un espectáculo entretenido, totalmente opuesto al 0-0 del partido de ida en Stamford Bridge.
Con Álvaro Morata lesionado, Antonio Conte hizo jugar a Eden Hazard como centrodelantero. La apuesta le funcionó por un tiempo: el belga marcó a los siete minutos, en un mano a mano aprovechando un error de ubicación de los centrales locales.
El empate no tardó en llegar. Cuatro minutos después, Mesut Özil lanzó un córner desde la izquierda y lo que siguió fue un flipper: cabezazo de Nacho Monreal que dio en la cabeza de Marcos Alonso, luego en la de Antonio Rüdiger y a la red.
El 1-1 no era malo para los Blues por una extraña regla de la copa: cualquier igualdad en el global lleva al tiempo suplementario, pero es en esa instancia cuando los goles de visitante se hacen decisivos en caso de empate. Por lo que los Gunners tenían que hacer obligatoriamente un gol más para pasar, fuera en 90 o en 120 minutos.
Sabiendo esto, Chelsea se paró atrás con solidez en la zaga, formando un 5-4-1 (mutaba a 3-4-3 cuando tenía la pelota) que dejaba a Hazard demasiado solo, aislado para los intentos fallidos de contraataque. Willian se fue lesionado y Ross Barkley entró en su lugar.
Fue en el segundo tiempo cuando los problemas del visitante se hicieron notar. En un ataque gunner, Alexandre Lacazette, tirado a la derecha, intentó un centro atrás. La pierna de Rüdiger desvió la pelota y le quedó a Granit Xhaka en el borde del área chica, con lo que pateó de puntín para hacer el 2-1 en 16 minutos. El defensor alemán nunca va a olvidar esta noche de desgracias.
Conte hizo entrar a Michy Batshuayi (Hazard volvió a su lugar habitual en la izquierda) y a Davide Zappacosta. El resultado fue que no hubo resultado. El sistema era el mismo con otros nombres, sin ideas para atacar ante un Arsenal que defendió bien (Nacho Monreal fue la figura del partido junto con Özil).
Arsene Wenger puso en los últimos minutos a Sead Kolasinac y Aaron Ramsey, el primero para contener los avances rivales por la izquierda y el segundo para tener más la pelota. Ya lo decía Johann Cruyff: “No pueden atacarme si la pelota es mía”.
Arsenal mostró carácter para reponerse de un resultado adverso y logró su recompensa con el pase a la final. Será el 25 de febrero, en el mítico Wembley ante el casi perfecto Manchester City de Pep Guardiola.
Síntesis del partido:
Arsenal (2): David Ospina; Héctor Bellerín, Shkodran Mustafi, Laurent Koscielny, Nacho Monreal; Mohamed Elneny, Granit Xhaka, Jack Wilshere; Mesut Özil, Alex Iwobi; Alexandre Lacazette. DT: Arsene Wenger
Chelsea (1): Wilfredo Caballero; César Azpilicueta, Andreas Christensen, Antonio Rudiger; Victor Moses, Tiémoué Bakayoko, N’Golo Kanté, Marcos Alonso; Willian, Eden Hazard, Pedro. DT: Antonio Conte
Goles: PT 7m Hazard (C), 12m Rüdiger en contra (A), ST 16m Xhaka (A)
Cambios: PT 30m Ross Barkley por Willian (C), ST 20m Michy Batshuayi por Pedro (C), 27m Davide Zappacosta por Moses (C), 39m Sead Kolasinac y Aaron Ramsey por Lacazette e Iwobi (A)
Amonestados: Hazard, Wilshere, Moses y Monreal
Expulsados: no hubo
Cancha: Emirates Stadium
Árbitro: Michael Oliver
Por Federico Aldrighetti | @FedeAldrighetti en Twitter