Buenos Aires. Argentina.- La tormenta que acecha a Huracán por la deuda que mantiene con el plantel no tiene fin porque hay diez futbolistas que intimaron el martes pasado al club solicitando que se cancele la deuda o en 48 horas quedarán en libertad de acción. Los jugadores son: Antony Silva, Carlos Araujo, Gonzalo Bettini, Nicolás Romat, Mauro Bogado, Adrián Calello, Joaquín Arzura, Javier Mendoza, Juan Ignacio Vieyra y Rodrigo Gómez.
No iniciaron acciones Fernando Pellegrino, Mariano Bareiro y Martín Ojeda. Por si fuera poco el presidente Alejandro Nadur en una entrevista con el programa de radio Closs Continental abrió varios frentes.
En principio afirmó: “Huracán es atractivo para muchos socios, para la política, pero realmente y lamentablemente vamos a vivir un proceso político áspero. Veremos qué dictamen va a tener el socio”.
Por su parte aseguró: “El club no es mío, el club es de los socios. Ellos deberán elegir al presidente y la Comisión que más les guste”. Además, reconoció que en la historia del equipo de Parque Patricios la única vez que hubo una lista de unidad que fue en 1995 no terminó bien, y que esa dirigencia se fue antes de que termine el mandato.
Después afirmó que le había prometido a su familia que no iba a ser más candidato y que estaba convencido. Sin embargo sostuvo que en la situación que está el Globo y que va a vivir, deslizó que le tiene que ofrecer tres años más: “Si hay tres años más de gestión mía con un equipo como lo estamos teniendo ahora, existen muchas posibilidades de que haya una renovación grande en los espacios políticos del club. Hoy, el primer cordón es nefasto“.
También señaló que desde el año 2016 que está quebrado el círculo. Más tarde aclaró: “Estamos con un problema con los jugadores, pero vamos a asumirlos y tomar la mejor decisión para Huracán. Decidí proteger a los jugadores propios“.
A pesar de esta diferencia que mantiene con algunos futbolistas, deslizó que hay un grupo de socios que lo respaldaron mucho y que pusieron dinero para defender al elenco quemero. Nuevamente, el dirigente de Huracán retomó la disputa con la plantilla y rescató: “Hablé con Sergio Marchi para ver qué había pasado y me dijo ‘no puedo controlar a los jugadores’. Le pedimos a los que recibieron cheques que no los depositen porque no había fondos en las cuentas del club”.
Asimismo comento que el arquero Antony Silva se quería ir del club, y que estaba hablando con su abogado antes de la pandemia. Para cerrar esta tratativa concluyó que estaban llegando a buenos términos.
Por último, Nadur opinó: “Todos los dirigentes del fútbol argentino pensamos de la misma manera: primero están la instituciones, que es lo que hay que sostener; después están los empleados, entre los que se incluyen los jugadores. Cuando salgamos, será peor”.
Por Diego Bentivegna│Twitter: @bentidiego